El artículo de hoy que queremos compartir con vosotros va en relación a respuestas que nuestros clientes esperan obtener y que no se pueden obtener fácilmente en el mundo del descanso.
Como ya hemos comentado en muchas ocasiones, el descanso de cada uno es totalmente personalizado y, lo que para algunos es bueno, para otros es insuficiente o, en según que ocasiones, contraproducente…
Pero aún así, dado el mundo del actual marketing agresivo y de la información que nos llega de todos los lados, no siempre con el rigor deseado, nos encontramos con muchas preguntas como:
¿Cuál es el mejor colchón? ¿Viscoelástica, muelles o látex? ¿O mejor combinado?
¿Qué colchón es el más recomendable para personas con problemas lumbares, fibromialgia u osteoporosis?
¿Mejor colchones viscoelásticos o de muelles para los más pequeños de la casa?
¿Mejor Flex o Pikolin? ¿Relax? ¿Dunlopillo? ¿Astral? ¿Star? ¿Marcas blancas?
¿Cuánto debo invertir para tener un buen colchón?
¿Y la base? ¿Somier, base tapizada o canapé arcón? ¿De madera o de polipiel? ¿De aglomerado o DM?
¿Almohadas viscoelásticas, de látex, de pluma, mixtas o de fibra?
La única respuesta que tienen todas estas preguntas es una: depende
Aventurarse a contestar algo así sin más información sería, simplemente, poco profesional. Obviamente en el mercado hay productos de mayor calidad, menor calidad, diferentes precios, etc. Pero el mejor en cada caso lo determinará un experto en descanso teniendo en cuenta las circunstancias y las necesidades del cliente.
No es lo mismo un colchón para gente de una determinada edad y altura que para gente de otra, y eso no significa que una tecnología o un precio sea mejor que otro.
Sin ir más lejos, el otro día una clienta nos pedía una almohada de viscoelástica y de altura baja. Algo que le habían recomendado en otros lugares, ofreciéndole, como mucho, un par de opciones que no satisfacían su necesidad. Después de hablar con uno de nuestros asesores en descanso, pudo probar 8 modelos de viscoelástica diferentes, almohadas de plumas y de látex; y hasta 25 modelos diferentes.
¿Como acabó? Un problema para el cual le habían estado dando precios alrededor de 200€ sin resolverlo, pudo ser solucionado por 36€. Eso demuestra que no siempre el producto más caro es el mejor en todos los casos.
En conclusión, cuando dudéis sobre alguna de estas cuestiones en materia de descanso, confiad en nuestros profesionales y no os ciñáis solo a los productos que teníais en mente, porqué a veces las situaciones de descanso se pueden solucionar de maneras más fáciles.